miércoles, 4 de mayo de 2011

Si acaso muero.



Hoy he hecho algo que tenía ganas de hacer y no lo he dudado un momento.

Hará más o menos un año y medio cuando por la mañana llegaba al trabajo vi una chica de otro departamento abrazada a sus compañeros llorando por la perdida de su padre.
En aquel momento solo podía pensar en como sería ese dolor,en qué parte del cuerpo ramificaría para luego expandirse por completo en cuerpo y alma.

Desde luego continué con mi vida y la vida me devolvió el mismo dolor que a ella.

Hoy me la he encontrado en el baño me he acercado a ella como si fuese a lavarme las manos la he mirado fijamente y le he preguntado si podía contarle algo.
Desde luego me ha mirado con cara extraña pero me ha dicho que sí.

En ese mismo momento le he contado todo,lo mismo que a vosotros,que la vi hace año y medio rota por el dolor y pensaba en ese dolor.
Ahora que desde luego lo entiendo perfectamente y también siento ese picor en mi miembro amputado de por vida.

La reacción ha sido bonita,entiendo que el dolor muchas veces hace salir la parte más bella de nosotros mismos cuando es un dolor compartido,nuestro encuentro a acabado con un afectuoso abrazo en el baño y con una bonita sonrisa en los labios además de muchas caras de sorpresa.

Me ha gustado hacerlo.

Mi familia y yo no nos quedamos con la trenza de su pelo como dice camarón en una de las canciones favoritas de mi padre,pero si me ha dejado las mismas ganas de sentir la vida y vivirla con la misma pasión con que él lo hacía.

Amo a mi padre y le amaré hasta el fin de mis días.

Besos.

1 comentario:

Ropi dijo...

Un beso...sabes q te entiendo...sigo disfrutando cada momento como si guerra el ultimo...nos reímos recordando historias nuestras, suyas...y aunque me falta su orejita, para acariciarsela..se q esta conmigo y nunca se ira