martes, 8 de septiembre de 2009

Tremendo mundo interior.



Hola.

Me empiezán a temblar las piernas,estoy recien duchada pero me siento mal en mi cuerpo,pienso que no estoy lo suficientemente limpia,núnca he soportado los olores en esto soy muy maniática.

No me he traido el libro para esperar,así que me dedico a observar,unas salen con cara de malos amigos,otras con una sonrisa en el rostro otras con cara de ausentes otras con prisas,mientras tanto yo me rebullo en el asiento que es de lo más incomodo,pienso en la cena en que cuando salga me voy a tomar unas cañitas ya que tengo día libre,pero aún así no me relajo...A llegado la hora,me llaman y he de entrar.

Es un chica joven (menos mal),pero no me dá igualmente tranquilidad me hace algunas preguntas bastantes intimas,las respondo,miro el potro,para mí el potro de la tortura,a partir de aquí os lo podeís imaginar...Que acabe lo antes posible y me piro rapidito pienso.
La chica es amable y intenta ir rapidito y darme conversación,yo no digo ni mutis solo le pido por favor que proceda y me deje ir,así ocurre,hemos acabado por fín.

Dios que suplicio,salgo de la consulta hay un matrimonio esperando ella entra,él se queda hablando con otro señor y le comenta:
-Hay que ver estas mujeres oye a mí ni me lo enseña y cuando le toca venir aquí ella tán ricamente.

Le fulmino con la mirada y pienso que no me extraña que su mujer prefiera hacerse una citología antes que hacer el amor con semejante orangután.

Mientras tanto,espero cola para que me den día para recoger mis analisis y no puedo dejar de cantar al lado del sr orangután la canción de Las Vulpess.

2 comentarios:

Bea dijo...

aisss.... qué ratos...aunque con los partos se te pasa, ja ja... porque cada vez que entra matrona, ginecólogo o enfermera en la habitación, ya estás tú en plan bailarina del Moulin Rouge con el camisón hasta la cabeza, ja ja ja... Un beso. Bea

Toronto dijo...

Eres tremenda...