lunes, 12 de enero de 2009

Renault 8.



Hola.

El sábado tuve oportunidad de volver a recordar los días en los que ibamos todos juntos, primos,tios, a buscar agua a la montaña o al campo (como solía decir mi tia).

No es que no tuvieramos agua en casa,si nó,que como en la cultura andaluza coger agua de las fuentes de las montañas tiene muchas propiedades ahí que ibamos nosotros con nuestras grandes garrafas de plastico a por el agua con propiedades.

La verdad es que aparte de esto,también aprovechabamos para coger caracoles,hierbas medicinales y hacer carreras entre nosotros cuando ya nos cansabamos de la flora y la fauna de la montaña.

Eran días felizes,de esos en los que tu vida se centraba en pensar con quién te ibas a jugar al día siguiente.

Pero realmente lo que yo esperaba era la hora de volver a casa.
Ya no por cansancio que teníamos de tanto correr y disfrutar si nó,porque cuando mi tio J.Cogía el coche para volver a casa era lo mejor de mejor.

Mi hermana y yo esperabamos impacientemente con risas nerviosas junto a mis primos el momento de aparcar,he de decir que la verdad es que no se le daba nada bien,ya que era una persona muy nerviosa,tanto que cuando comenzaba el giro del volante en su renault 8 color café con leche comenzabán todo tipo de improperios,ya os podeís imaginar todos destinados a Dios y a la virgen.

Después de desproticar como nadie,llegaba lo mejor,la hora de bajarse del coche y ver como dejaba el cristal del coche empañado totalmente,se hubiese podido escribir cualquier cosa en el cristal que se leería perfectamente.

Ahí era cuando mi hermana y yo nos despediamos de mis tios y corriamos a casa porque mi tio al ver que nos reiamos siempre nos decía:

-Y estas niñas,como tienen tán mala follá??...



Para mi tio J.

7 comentarios:

Girl From Lebanon dijo...

oooohhh!! mi tio C. también tenía uno!! era azul, y cuando ya no dió mas de si, le guardó en la cochera y le usabamos mis primas y yo para andar por las eras y practicar para el carné de conducir...que tiempos!! los 7 metidos allí dentro los domingos a merendar chocolate...

Bss!!

Samedimanche dijo...

Cambiemos a tu tio por mi padre y el Renault 8 por un seat 850... he ahí mi infancia!! Qué bueno, somos una generación unida por insultos a Dios y a la Virgen ( la puta Virgen, generalmente ) y las propiedades del agua de manantial.

Ssplash dijo...

Jeje, me hace mucha gracia esto. Todos los micos ahí mirando al pobre tío a ver si pica otra vez. ¡Cómo érais!

Mi madre tenía un mini rojo y en él llegamos a caber seis peques y dos personas adultas. Es cierto, lo prometo.

Besitos

Insonrible dijo...

Qué bueno el memorándum del Renault 8, hermana. Lo de "las propiedades" es que era buenísimo (yo me imaginaba que la fuente era latifundista tipo Condesa de Alba).
Realmente, es que éramos (y somos) unas bichos... de las que pican.

Insonrible dijo...

Es Duquesa ¿no? La aristocracia española me puede...

Toronto dijo...

Que bonito recuerdo Abutrí! Yo también recuerdo haber ido muchas veces a por agua a la fuente con mis vecinos, una família que los padres habían emigrado de Beas de Segura, Jaén (casi medio pueblo venía de Beas, hay en Roses una plaza que se llama Beas de Segura): Juan Ramón, Teresa, sus hijas Mari y Luisa, su hijo Justo y yo en un Seat 850 granate!!! Y por caminos sin asfaltar dando botes! Eso ya pertencece a un Mundoooo viejuuuuno, pero era muy divertido!

Closeau dijo...

Yo tengo un recuerdo parecido, pero como me di un piño del 15 con el 127 de color butano de mi padre cuando tenía cinco años, prefiero recordar anécdotas más luminosas. Mi tío Miguel tenía el cochazo de la familia, un Chrisler de un color entre azul y lila, enorme, con asientos de cuero, precioso, como los que salían en las series americanas.
Recuerdo especialmente ir con él, mi padre y mi prima Dulce de camino a Trevelez, y mi prima y yo muertas de risa con una canción que sonaba en el radiocassete y que se llamaba "La Espabilá", de Antoñita Peñuela, creo. Fue nuestra canción del verano...