domingo, 28 de marzo de 2010
Confesiones.
Hola.
Es verdad según Lucía Mon Amour hablo de Frida como si fuera mi colega.
Pero es que es verdad.
Tengo este mismo cuadro,el que os he puesto, en mi casa y antes en mi anterior casa y antes en la otra casa,me ha acompañado en tantas mudanzas y en tantas situaciones raras que para mí Frida es mi colega,mi confesora y hasta me atrevería a decir que una espectadora más en mi vida.
Si tengo un día malo hablo con ella y si es bueno,muchas veces brindo a su salud en casa con una copa de vino que la alzo a su salud.
Verdaderamente ella sabe mas de mis secretos que nadie,menos mal que siempre me mira con esos ojos vivos y nunca se me ha manifestado...mas que nada por que podría morir de un ataque al corazón,no por verla viva si nó por el mero hecho de poder disfrutar de su presencia.
En realidad me gusta hablar con ella,nunca me lleva la contraria y siempre está cuando la necesito enmarcada en su marco blanco.
Ella podría ser mi virgen del remedio,de la inmaculada,de covadonga,de Montserrat...solo que yo tengo la suerte de tener una imagen para mí celestial de una virgen no practicante, sin barreras y sin juicios de moral.
La pintura de Frida siempre me ha acongojado el corazón por la belleza que transmite.
Quizás por eso la admiro tanto.
Besos.
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3 comentarios:
Qué curioso que me nombres en la entrada.
El mejor regalo que le hice a Rotenmeyer fue El Diario De Frida Kahlo cuando era imposible conseguirlo en Madrid. Años más tarde lo ví en la Casa del Libro en una nueva edición.
Es lo que tiene Frida, que es nuestra imagen vocativa. Lo mismo San Judas que Santa Ana ( la mercería), sirve para todo.
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